

¿Qué pasaría si Mia y Sebastián nunca hubieran roto su relación?
LORETO DEL POZO
Es cierto que La La Land no tiene el final que muchos esperábamos. ¿Pero es realmente un final feliz el que nos ofrece Damien Chazelle?
Ver a los protagonistas sentados delante de una pantalla viendo qué hubiera pasado de haber continuado la relación es para el espectador una sensación agridulce.
Por mucho que lo intente imaginar, no consigo ver un final de la pareja unida y feliz para siempre. No debemos confundir el epílogo con un final alternativo. Me imagino al pobre Chazelle vendiendo su idea en grandes productoras, pero siendo rechazado por ese final “demasiado realista” para la gran pantalla. Creo que, por eso, nos genera una sensación agridulce y amarga. Porque no estamos acostumbrados a los finales reales, a los finales que son como la vida misma.
Muchos sostienen esa teoría de que el cine está hecho para escapar de la realidad, pero no debemos limitar el cine solo a eso.
La La Land no tiene un final triste. Simplemente los protagonistas anteponen sus sueños por encima de la relación. Posiblemente si hubieran seguido juntos, uno de los dos tendría que haber abandonado su futuro como artista. Y en este caso, con la caracterización que tienen no sería verosímil ver a Mia o Sea rechazando sus sueños y pasiones por nada ni nadie. Quizás resulte egoísta, pero más egoísta es no cumplir tus sueños por hacer feliz a otro.
Con esto no pretendo que se me malinterprete. Nuestros protagonistas tenían un amor de verdad, pero por esa misma razón, por el amor, respeto y admiración que se tienen deciden separarse para poder crecer. La vida les vuelve a juntar cinco años después y en sus miradas vemos el cariño y admiración que se siguen teniendo aún con el paso del tiempo.
Esa mirada que tienen al separarse en el restaurante es un soplo de amor verdadero. Si Chazelle no nos hubiese regalado ese gesto entre los protagonistas estoy casi segura de que el final no hubiese funcionado. Creo que no hay nada más sincero y bonito que ver a una persona que lo fue todo para ti en el pasado y que con los años eso no ha cambiado. Sigues sintiendo un cariño y respeto especial, pero diferente.
Puedo llegar a imaginarme un final donde los dos terminan juntos por la mera casualidad de que trabajan juntos en un proyecto que les han propuesto. Mía de actriz y Seb de compositor y músico en el mismo trabajo. Los dos en Hollywood cumpliendo sus sueños como pareja y profesionalmente. Estas circunstancias facilitan su relación y nos hacen replantearnos si el amor todo lo puede. Cuando las circunstancias favorecen la relación todo es más fácil, pero no tiene por qué ser más real. El precio que Mía y Seb pagan por estar juntos y poder cumplir sus metas profesionales les reduce en su amor a no poder tener hijos. No me imagino un final tan plenamente feliz donde todo sale bien. Por eso, si ellos acaban juntos y con el trabajo de sus sueños, no veo real que puedan formar una familia. Y se podría plantear: ¿qué pasará cuando termine ese proyecto en el que están juntos? ¿Se acabará la relación?, ¿se dedicarán a su vida personal?, ¿rechazarán el trabajo por cumplir el sueño de tener hijos?
Todo esto lo debe responder el autor de la obra, cuya creación va por encima de todo lo que nosotros deseamos ver como espectadores.