No sé si recordaréis esa película musical en la que una banda de nativos americanos se enfrenta constantemente contra una de puertorriqueños. Una película que marcó la década de los 60 con su ritmo lento, que va in crescendo. Con sus colores y bailes tan significativos, y su caracterización tan asombrosa de todos los personajes. West side Story. Una gran historia en la que dos protagonistas de ambas razas se enamoran y sirven de medio para acabar con las riñas entre ambas bandas, teniendo que morir Tony para ello. Es una muerte bastante triste y emotiva ya que a lo largo de la película los protagonistas no saben qué hacer para que ambas razas acepten su amor y que dejen sus diferencias de lado, y, justo cuando deciden huir, asesinan a Tony. 

 

No es raro plantearse, sabiendo y habiendo visto lo ocurrido, qué habría pasado si Tony no hubiera muerto. Si Chino no lo hubiera matado. Y si María y Tony se hubieran fugado. ¿Qué habría pasado entre las bandas? ¿Se hubiera conseguido una América verdaderamente libre?

 

Si Tony no hubiera muerto, María y él, tal y como reflejan en el filme en una de sus maravillosas canciones, se habrían fugado muy lejos para vivir una nueva vida casados, creando una familia grande, amándose el uno al otro hasta el fin de sus días. Hubieran huído llenos de esperanza y de sueños, sabiendo que habían encontrado a la persona con la que compartirían toda su vida. 

 

Pero, ¿qué hubiera pasado con las bandas? ¿Hubieran conseguido dejar sus diferencias de lado? No. Las bandas seguirían luchando unas contra otras con la excusa de hacer justicia y de quedarse el barrio para ellos.Acabarían matándose uno a uno entre ellos hasta no quedar ninguno. La violencia implica más violencia y así sucesivamente. Por eso María y Tony sirven de medio una vez muerto éste último. Ambas bandas se quedan observando todo lo que han hecho y descubren que no merece la pena seguir con la lucha, como unos depravados, unos golfos y gamberros. Como unos asesinos. Que se puede amar a los de otras razas. Que María, siendo puertorriqueña, y Tony, siendo nativo estadounidense, podrían haber tenido una gran vida juntos si los Jets y los Sharks hubieran parado hace tiempo las disputas.